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La semana pasada, el máximo tribunal europeo confirmó una importante sentencia en la lucha por los mercados competitivos y la privacidad de los usuarios.

En julio de 2018, la Unión Europea multó a Google con 4.800 millones de euros por abusar de su poder en el mercado de los smartphones y le ordenó cambiar sus prácticas. El principal objetivo de esta multa era impedir que Google obligara a los fabricantes a preinstalar las aplicaciones de Google predeterminadas en Android.

Google apeló a la multa entonces.

La semana pasada, el Tribunal General de la UE validó la multa de 4.125 millones de euros por comportamiento anticompetitivo hacia los fabricantes de teléfonos. Se acusa a Google de obligar a los fabricantes de Android a "preinstalar las aplicaciones de búsqueda y navegación de Google en los dispositivos que funcionan con el sistema operativo móvil Android" y de imponer restricciones a los operadores de redes móviles como condición para llevar la tienda de aplicaciones de Google.

En combinación con otras normativas como la Ley de Mercados Digitales (DMA en inglés), la Unión Europea está demostrando que las grandes corporaciones tecnológicas no pueden hacer lo que quieran a costa de los derechos de los usuarios y consumidores.

Se trata de una noticia crucial para la industria europea de la telefonía móvil, ya que permite a los fabricantes europeos trabajar con otras empresas que desarrollan alternativas de Android sin tener que instalar las aplicaciones de Google predeterminadas, como Playstore, Chrome o el motor de búsqueda de Google. Esto demuestra que "la vida sin Google" es posible.

efoundation y Murena, como parte de la coalición por unos Mercados Digitales Competitivos, están realmente complacidos de esta noticia y esperan que estas nuevas normas abran las puertas a más alternativas e innovación.